La batalla por la defensa de libertades civiles se intensifica en Occidente.

Días atrás, el billonario húngaro-americano George Soros donó $18 billones, del total de su fortuna, a la fundación "Open Society".

La "Open Society Foundation", cuyo nombre proviene del libro del filósofo austriaco-británico, Karl Popper, "Las sociedades abiertas y sus enemigos"; fue creada en 1984 por Soros en el contexto de la guerra fría para promover valores democráticos y liberales.

Como uno de los inversionista más exitosos del siglo XX y XXI, Soros también ha sido uno de los filántropos más generosos. En la lista de Forbes de personas "mas generosas", Soros aparece en cuarto lugar, detrás de Warren Buffet, Bill Gates y Michael Bloomberg; y en la última lista publicada por Forbes de las personas mas ricas del mundo para el año 2017, su nombre aparece en la posición 29 con una fortuna valorada en $25.2 billones.

Sólo para que se den una idea de lo exitoso que ha sido Soros, el actual presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, aparece en la misma lista, pero en la posición 544 con una fortuna valorada en $3.5 billones. Encabezando la lista se mantiene Bill Gates de Microsoft con $86 billones.

Recientemente Soros ha sido el blanco de ataques y objeto de un sinnúmero de conspiraciones por parte del movimiento denominado “alt-right”, o bien, la “derecha alternativa”. Esto es producto de que no simpatizan con las ideas de Soros.

Cabe mencionar que el nombre "alt-right" es un tanto engañoso ya que parece sonar como un eufemismo. Por cuanto ha sido determinado como un alineamiento político pro-Trump que incluso ha coqueteado peligrosamente con movimientos de ultra-derecha, simpatizando con elementos de la supremacía y el nacionalismo blanco. Basta con consultar la definición que aparece en el diccionario de Merriam-Webster.

Parece casi ridículo que después de lo que experimentó el Occidente durante la Segunda Guerra Mundial y la Guerra Fría que ideas de nacionalismos volviesen a surgir. Pero lo han hecho y han cobrado fuerza. Tanto de manera informal como de carácter oficial.

Recientemente el gobierno del Primer Ministro de Hungría, Viktor Orbán, ha intensificado ataques personales en contra de Soros, la Universidad Central Europea (establecida por Soros) y otras organicaciones no-gubernamentales (NGO's) fondeadas por su filantropía; en lo que el gobierno de Budapest acusa de ser "activismo político camuflado". La reacción de Budapest se intensificó cuando la filantropía de Soros fue dirigida para ayudar en la crisis de refugiados del 2015, provocando la ira del ala más derechista del actual gobierno.

En una de esas grandes ironías de la vida, el propio Viktor Orbán, en su juventud estudió en la Universidad Central Europea e inclusive recibió una beca por parte de la "Open Society Foundation" para estudiar en la universidad de Oxford, Inglaterra en 1989.

El titán de los “hedge fund” 

George Soros nació en una familia judía en el año de 1930 y le tocó vivir la ocupación Nazi de 1944-1945. Su familia sobrevivió utilizando papeles falsificados para ocultar su identidad. En 1947 escapó el régimen comunista de Hungría y se marcho a Inglaterra para estudiar en la Escuela de Economía de Londres (LSE). Aquí fue donde estudió las ideas del filósofo Karl Popper. Soros admite que sus estudios en Londres y su experiencia como judío e inmigrante fueron claves en la formación de su pensamiento.

Posteriormente, en 1956 emigró a los Estados Unidos para trabajar en finanzas y para 1970 había establecido su propio fondo de inversiones, el "Soros Fund Management".

Varios reportajes han documentado la capacidad que ha tenido Soros para hacer sumas muy grandes de dinero haciendo apuestas de alto riesgo. Inclusive, el inversionista ha publicado varios libros en los que ha desarrollado toda una teoría de "reflexividad" que le ha valido para salir aventajado en los ciclos "boom" y "bust" en el mercado de valores.

La advertencia de Soros

Soros fue un vocífero crítico de Donald Trump en campaña. Trump también respondió de modo provocativo al mencionar su nombre en el segundo debate televisivo que tuvo con la entonces candidata del partido demócrata, Hillary Clinton.

En una entrevista para Bloomberg, que cubrió la conferencia del Foro Económico Mundial (WEF) en Davos, Suiza el año pasado; Soros opinó que ni Trump mismo creía que iba a ganar. El billonario fue más allá y declaró personalmente está convencido que va a fracasar.

Sin embargo, agrega que Trump no va a fracasar por personas como él que "les gustaría que fracasara" si no porque las ideas que lo guían son "intrínsicamente autocontradictorias". Soros advirtió que los mercados respondieron al alza en base a la especulación de que Trump va a recortar regulaciones e impuestos. Pero que el nivel de incertidumbre es muy alto ya que es impredecible como le irá a Trump.

En escritos previos sobre el manejo de finanzas y su hedge fund, Soros ha detallado que la incertidumbre es “enemiga” de la inversión a largo plazo.

Reforma fiscal imminente

Si el fallido intento de "revocar y reemplazar" Obamacare por parte de la cámara de representantes actualmente bajo control republicano es un presagio de la “reforma fiscal” que se avecina, puede que sea un mal augurio para los especuladores que aún apuestan por grandes ganancias corporativas producto de recortes en regulaciones e impuestos.

Sería prematuro opinar sobre el futuro del manejo económico de una administración que apenas está en su primer año de gobierno. Pero lo que sí es cierto es que Soros raramente se ha equivocado.

Prueba de ello es la fortuna que ha amasado el octagenario que ahora, enhorabuena, la ha comprometido casi en su totalidad, en favor de la filantropía.